Alfredo´s Barbacoa, una leyenda en Madrid y un personaje inolvidable

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Conocí a Alfredo por primera vez un viernes de abril del año 2013. Habíamos comido una deliciosa hamburguesa  a la barbacoa en uno de sus  restaurantes, el mítico  Alfredo`s Barbacoa  de la calle Juan Hurtado de Mendoza  de Madrid, un negocio que le ha dado durante muchos años gloria, fama y reconocimiento  merecido en España.

Nos  esperaba frente a su casa sentado en una silla con gesto amable, su cigarrillo y su copa de Coñac Carlos III con Coca-Cola, a la que el llamaba con cariño «España».

Desde el primer minuto  estuvimos hablando de las anécdotas más divertidas y de pequeños detalles sobre Alfredo`s Barbacoa,  como si me conociera de toda la vida, sin formalidades pero con una gran capacidad para las relaciones humanas y con ese orgullo de quien ha trabajado toda su vida por algo en lo que cree y disfruta.

Su aspecto se me quedó grabado en la mente. Alfredo era una persona afable , de mirada franca y con un  inolvidable look de cowboy que bien llevaba a gala luciendo esa corbata estilo heavy rock  y esa gorra americana que nunca se quitaba o por supuesto y como no, su clásico sombrero de cowboy al más puro estilo Texas.

Alfredo era y será  el alma de Alfredo`s Barbacoa,  un hombre familiar pero, como decía él mismo, gobernado por las mujeres que envolvían su vida y su negocio desde hace más de cincuenta años: su mujer Anne, sus dos hijas ,  sus nietos y un bisnieto, en definitiva una  gran familia.

Recuerdo  a Alfredo como un hombre inquieto con grandes dotes de empatía que disfrutaba enseñando a los más íntimos los pequeños «secretos» de su negocio  como eran el backstage de sus cocinas,  flamantes, limpias y modernas con todo tipo de detalles y controles de las que siempre se sentía tan orgulloso.

El teléfono móvil era su oficina portátil, tantas fotos, tantos recuerdos y tantos momentos con sus amigos que seguramente quedarán en el recuerdo y en el corazón de cada uno de nosotros. Yo tuve la suerte de conocerle hace siete años pero sus amigos de siempre pueden contar cientos de anécdotas de los últimos veinte años de amistad con uno de los personajes más especiales y únicos que ha tenido Madrid.

Por desgracia nos ha dejado el pasado 2 de diciembre porque sus pulmones ya no resistían más pero esa capacidad de vivir y luchar estoy convencida de que estuvo presente hasta el último minuto de su vida.

También creo que a Alfredo a quien no le iban para nada los romanticismos ni las cursiladas, le gustaría que se le recuerde, que le recordemos, como  el hostelero más entrañable y popular que ha tenido la Villa de Madrid en los últimos 40 años y sobre todo, como el alma de Alfredo`s Barbacoa .

Cuando entras en Alfredo´s Barbacoa de Madrid el ambiente de este legendario cowboy  neoyorquino  impregna las paredes y techos de los tres locales que regenta,  con un toque MADE IN USA que conocía a la perfección este madrileño de acogida y nacido en pleno corazón del barrio  Bronx en la ciudad de New York .

Las hamburguesas de Alfredo todo el mundo las conoce y buena prueba de ello es que sus clientes repiten su visita por tres generaciones para disfrutar de sus  exquisitos platos y salsas barbacoa con un toque genuino y original, al más puro estilo americano.

Para  Alfredo su negocio era su vida, donde pasaba la mayor parte de su tiempo, controlando, supervisando y hablando con todos los clientes que se acercaban a los tres restaurantes que tiene en Madrid.

Su español perfecto y su americano todavía más hacían de él un personaje interesante que siempre terminaba la frase con alguna palabra o chascarrillo en español o en ingles, hablando rápido, riéndose y preguntando a la vez por miles de asuntos.

Era una persona inquieta y curiosa intelectualmente, con ganas siempre de subir un escalón, de saber y conocer más, con siete cabeceras de diferentes periódicos nacionales e internacionales en sus manos que compraba a diario para estar al día de lo que ocurre en España y  en el resto del mundo.

También le recuerdo en su casa con  los mandos a distancia de cuatro televisiones que funcionaban a la vez y en varios idiomas mientras Alfredo escuchaba atento cómo iba el mundo.

Y también como no, esa pasión por la música country desde siempre y por muchos años, manejando  esa hemeroteca musical con la que ha estado disfrutado muchos años y que le ha dado muy buenos momentos y grandes recuerdos.  La música Country , los conciertos en directo y la restauración fueron, sin duda,  sus  grandes aficiones.

Sus restaurantes  están decorados con originales matrículas de coches de Oregon, Texas , Minnesota, Arizona o  Illinois, grandes y llamativas banderas de los Estados de América,  que no falte el clásico panel de Jack Daniels  Nº 7 y carteles de los mejores rodeos americanos.  Las paredes están cubiertas con cientos de fotos de personajes conocidos, clientes, famosos  y amigos que han compartido mesa y mantel con este familiar y entrañable restaurador madrileño.

Su pasión por la música Country le hacía todavía más especial, le gustaba a rabiar dos grandes clásicos, Willy Nelson y  Garth Brooks, cuyos conciertos en directo ha ido recopilando durante toda una vida. Por eso en sus restaurantes las pantallas de plasma con proyecciones de música Country son ya un clásico donde se puede disfrutar de los mejores momentos de históricos conciertos en directo.

Me quedo con un bonito recuerdo de Alfredo hace cinco años,  cenando con un grupo de amigos en el nuevo restaurante que abrió en la calle Conde de Aranda 4. La comida excelente como siempre, el ambiente estupendo y como broche final Alfredo y todos cantando una canción única de Garth Brooks  que él tanto adoraba,   “Friends in Low places”.

Como decía Alfredo, él no es  “The Boss”, la jefa, es Anne,  su mujer, su compañera de viaje y de toda una vida en común. Ella y sus dos hijas, ahora con la ayuda de sus seis nietos, forman un gran equipo unido y en familia  que mantienen y mantendrán el espíritu  del negocio de Alfredo.

Siempre te recordaremos querido Alfredo, allí donde estés tu seguirás siendo “The Boss” y nuestro gran amigo

!!! HASTA SIEMPRE !!!!

Teresa Cobo de la Vega