70% de temporalidad y ambiente laboral tóxico

Atrás quedaron los tiempos en que las y los trabajadores postales eran conocidos en el barrio. Ahora los tiempos han cambiado y con ellos han aparecido nuevos servicios que una organización como Correos debe de hacer frente a través de la calidad del servicio público y de las condiciones laborales.

Desgraciadamente esta no parece ser la realidad que se vive en la oficina de San Sebastián de los Reyes donde la precariedad laboral, el abuso y las presiones de los responsables al conjunto de la plantilla parecen ser la tónica general..

Por ello, las y los representantes de la plantilla achacan la alta temporalidad (un 70%) y el elevado número de bajas médicas por ansiedad, estrés, presiones… a la incorrecta política laboral de la dirección de la delegación de Correos local, lo que está suponiendo que este servicio público se vea realmente amenazado.

Ocho zonas de Sanse sin personal asignado

A Izquierda Independiente nos preocupa mucho que, por ejemplo, ocho zonas de nuestra localidad, como el Centro o el barrio de Tempranales, no tengan asignado ningún trabajador. La población reclama servicios de calidad y urgentes ya que actualmente servicios como el de paquetería están sufriendo las consecuencias de la mala calidad de este servicio público.

A principios del siglo pasado el abogado laboralista Francesc Layret escribió: “cuando los trabajadores hacen huelga, no es que no quieran trabajar, es que desean hacerlo en mejores condiciones”. Estas palabras están de actualidad y son perfectamente aplicables a la situación en la que se encuentran las y los trabajadores de Correos. No es sostenible que el 70% de una plantilla sea temporal.

Solución urgente para un servicio vital para la ciudad

Por todo ello desde Izquierda Independiente pedimos a los máximos responsables de Correos que solucionen esta grave crisis que afecta a nuestros vecinos y vecinas y mostramos nuestra solidaridad y apoyo a las y los trabajadores en sus reivindicaciones de mejora de sus condiciones laborales y en la defensa de su dignidad.

Juan Torres García