Familias colmenareñas se preparan para celebrar la Vaquilla 2018

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Colmenar Viejo celebra su tradicional Fiesta de La Vaquilla este sábado 27 de enero, fecha que coincide con el último sábado de enero, tal y como eligieron los vecinos en una consulta popular en 2015. Este año, esta fiesta colmenareña contará con 24 vaquillas e incorpora novedades.

“El año pasado celebramos la fiesta en sábado siguiendo el mandato de los vecinos, que apoyaron masivamente el traslado de esta fiesta del 2 de febrero al último sábado de enero y este año comenzamos a introducir novedades para fortalecer esta tradición teniendo en cuenta que se mantendrá en sábado, un día muy propicio para atraer al turismo”, explica la Concejala de Festejos, Remedios Hernán.

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Las vaquillas saldrán en torno a las 16:00 h de los lugares elegidos por cada una y comenzarán a bailar en la Plaza del Pueblo a partir de las 17:00 h. A las 18:30 h, pasarán de nuevo por la Plaza del Pueblo todas aquellas que se han inscrito por elección propia en la Categoría Infantil para recoger los Trofeos conmemorativos que entrega la Concejalía de Festejos. A las 18:50 h, la Asociación de Vaquilleros entregará los Premios a la Mejor Vaquilla y al Mejor Mayoral de la categoría infantil.

A las 19:00 h entrarán en la Plaza del Pueblo las vaquillas inscritas en la Categoría de Adultos y, con todas ya juntas, se leerá el Pregón, que este año corre a cargo del matador de toros colmenareño Miguel de Pablo. Tras el Pregón, las vaquillas de adultos recogerán los Trofeos conmemorativos del Ayuntamiento y a las 19:30 h la Asociación de Vaquilleros entregará los Premios a la Mejor Vaquilla y Mejor Mayoral de la categoría adulta.

A partir de ahí, las vaquillas se irán a sus respectivos locales para dar muerte a su vaca, excepto la vaquilla Relamida, que a las 20:00 h matará a su vaca en la plaza ubicada frente al Pósito Municipal, lugar en el que se repartirán rosquillas y sangría.

Este año, el Ayuntamiento de Colmenar Viejo ha recogido las sugerencias que los vaquilleros han hecho llegar a la Concejalía de Festejos a través de una asociación formada en 2017. Entre esas propuestas está la Entrega de Premios que va a realizar directamente la asociación (ella misma ha redactado las Bases y nombrado el Jurado que decidirá los ganadores).

Por su parte, y a modo experiencia piloto, el Ayuntamiento cederá un espacio público (el Pósito Municipal) para que una vaquilla -elegida mediante un sorteo entre todas las interesadas- de muerte a la vaca y, posteriormente, se reparta limonada y rosquillas.

El objetivo es que el público en general, y los visitantes, puedan presenciar este ritual que hasta ahora hacían de forma privada cada vaquilla en su local o lugar de encuentro. Así es como, este año, nace La Vaquilla del Pósito, que este 2018 será la vaquilla Relamida.

También a petición de varias vaquillas se han cambiado los horarios de la entrega de los Trofeos del Ayuntamiento. “Para algunas vaquillas de adultos la entrega de Trofeos era muy pronto, por eso algunas llegaban tarde. Al llegar tarde, se retrasaba la lectura del Pregón y la propia entrega de Trofeos.

Creemos que con los cambios que hemos hecho no habrá esperas ni retrasos y que el público que estará en la tribuna de 1.000 localidades que se instalará en la Plaza del Pueblo vivirá la fiesta con más intensidad”, explica la Concejala de Festejos, Remedios Hernán, quien ha recordado que desde las 16:00 h se repartirá caldo de puchero en la Plaza del Pueblo.

Además de estas novedades, esta edición de la Fiesta se sube al carro de las nuevas tecnologías. Las vaquillas que lo han notificado van a ver publicados en imágenes a lo largo de esta semana sus recorridos, con horarios aproximados, para que el público pueda seguirlas por las calles.

Origen e historia de La Fiesta de la Vaquilla

Los orígenes de esta fiesta, declarada de Interés Turístico desde 1986, son remotos ya que parecen remontarse a la antigüedad romana o incluso, tal vez, a la prehistoria. Según comenta Julio Caro Baroja en su libro sobre el Carnaval, los jóvenes romanos, disfrazados con pieles de animales y cuernos, corrían detrás de las mujeres simbolizando un intento de reanimar la fertilidad tras el invierno.

Madre colmenareña preparando a su hija para correr la Vaquilla

En Colmenar Viejo, a pesar de no tener constancia escrita, todo hace suponer que la celebración de La Vaquilla existe ya desde la andadura estable de esta villa, a mediados del siglo XIII.

Aunque la Fiesta de La Vaquilla se celebrará el último sábado de enero, aproximadamente un mes antes, los mozos que participan en ella se reúnen para hacer los preparativos. Tradicionalmente, las madres de los vaquilleros se reúnen para vestir la vaquilla: un armazón de madera con varias costillas, palos forrados en los que se cuelgan pañuelos, y en cuya parte frontal se colocan dos cuernos, en algunos casos, embolados con naranjas y rosquillas. Todo este armazón se adorna con hermosos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores de papel o naturales; y el frente de la vaquilla se engalana con broches, pendientes y colgantes.

Cada vaquilla sale de una vivienda o local y está formada por mayoral, vaquilleros y taleguero. Cada una de ellas realiza un recorrido por diferentes calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Pueblo, donde, de una en una, van exhibiendo su belleza y colorido con un particular baile que simula embestidas a los vaquilleros.

Tras la exhibición, cada vaquilla vuelve a su lugar de salida y allí se simula su muerte con tres tiros de escopeta al aire y se bebe la sangre del animal muerto: una limonada que podrán degustar todos los asistentes al acto.