La Fiesta de la Vaquilla pondrá color y emoción en las calles colmenareñas

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Nuevo Imparcial.- Colmenar Viejo vivirá el próximo domingo 2 de febrero su Fiesta de La Vaquilla, una de las tradiciones más arraigadas de la localidad donde 22 vaquillas recorrerán las calles de la localidad entre el color de sus mantones, el lujo de sus abalorios y el chaqueo de las hondas. La Fiesta de La Vaquilla es, sin duda, una de las tradiciones más queridas por los vecinos y en la que más se involucran no sólo para conservarla sino también para ayudarnos a promocionarla y hacerla más vistosa cada año. Es admirable el esfuerzo e ilusión de las familias que participan en ella por mantener viva esta fiesta y de ahí nuestro agradecimiento resalta la Concejala de Festejos , Remedios Hernán. Este año participarán en la Fiesta 22 vaquillas, dos de ellas nuevas y, de ellas, una exclusivamente formada por chicas, algo que no ocurría desde hace varias décadas.

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La salida de las vaquillas de cada uno de sus lugares de partida será a las 16:00 h, estando previsto el comienzo del baile de cada una de ellas a las 17:00 h en la Plaza del Pueblo. El Ayuntamiento volverá este año a instalar gradas en la plaza para facilitar la visión del baile de las vaquillas y hacer más cómoda la asistencia, sobre todo, de las personas mayores y de las familias con niños pequeños. Una hora y media después, a las 18:30 h, los miembros de la vaquilla Atrevida se encargarán de dar el Pregón de la edición de este año de la fiesta como reconocimiento a sus 25 años participando en esta tradición y,como sus predecesoras, recibirán una Placa conmemorativa del Premio Torzal.  Los actos finalizarán con la entrega de Trofeos a las vaquillas participantes, un grabado del artista colmenareño David Llorente y una a cada una de ellas.

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Declarada de Interés Turístico desde 1986

Los orígenes de esta fiesta, declarada de Interés Turístico desde 1986, son remotos ya que parecen remontarse a la antigüedad romana o incluso, tal vez, a la prehistoria. Según comenta Julio Caro Baroja en su libro sobre el Carnaval, los jóvenes romanos, disfrazados con pieles de animales y cuernos, corrían detrás de las mujeres simbolizando un intento de reanimar la fertilidad tras el invierno. En Colmenar Viejo, a pesar de no tener constancia escrita, todo hace suponer que la celebración de La Vaquilla existe ya desde la andadura estable de esta villa, a mediados del siglo XIII. Aunque la Fiesta de La Vaquilla es cada 2 de febrero, aproximadamente dos semanas antes de su celebración, los mozos que participan en ella se reúnen para hacer los preparativos. Tradicionalmente, las madres de los vaquilleros se reúnen para vestir la vaquilla: un armazón de madera con varias costillas, palos forrados en los que se cuelgan pañuelos, y en cuya parte frontal se colocan dos cuernos, en algunos casos, embolados con naranjas y rosquillas. Todo este armazón se adorna con hermosos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores de papel o naturales; y el frente de la vaquilla se engalana con broches, pendientes y colgantes. Cada vaquilla sale de una vivienda o local y está formada por mayoral, vaquilleros y taleguero. Cada una de ellas realiza un recorrido por diferentes calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Pueblo, donde, de una en una, van exhibiendo su belleza y colorido con un particular baile que simula embestidas a los vaquilleros. Tras la exhibición, cada vaquilla vuelve a su lugar de salida y allí se simula su muerte con tres tiros de escopeta al aire y se bebe la sangre del animal muerto: una limonada que podrán degustar todos los asistentes al acto.