Museo Thyssen expone los bocetos inacabados de gandes maestros

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Nuevo Imparcial.-  Museo Thyssen-Bornemisza presenta en su novena entrega de la serie <miradas cruzadas> una aproximación al concepto de «inacabado» en la pintura a través de catorce cuadros de la Colección Permanente y la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. La instalación -organizada en torno a los géneros tradicionales de la pintura de historia, el paisaje y el retrato- incluye obras de factura abocetada tanto de maestros antiguos como modernos.  En ella se pueden encontrar desde esbozos de Rubens, Tiepolo, Géricault y Delacroix, y un estudio al aire libre de Matisse, a composiciones de Manet, Cézanne, Van Gogh, Heckel y Kokoschka. Todas ellas reunidas en el balcón mirador de la primera planta, con acceso directo y gratuito desde el hall hasta el próximo 21 de septiembre. El arte francés del XIX fue el escenario de un conflicto que enfrentó a los partidarios de lo acabado y lo inacabado en la pintura. Los sectores más vinculados con la Academia convirtieron el fini o acabado pulido en símbolo de excelencia artística, frente al acabado abocetado considerado un signo de negligencia. Sin embargo, el fini nunca llegó a constituirse en modelo único de la pintura occidental: mientras la Academia florentina del siglo XVI celebraba las superficies cuidadosamente perfiladas de Rafael, los venecianos Giorgione y Tiziano abrían la puerta a una pintura vibrante y sensual. Las tensiones entre ambas concepciones explotaron en la Francia del XIX con los pintores  neoclásicos que, enfrentados a la sensualidad rococó, se oponían radicalmente a cualquier  trazo en la obra que dejase traslucir rasgos personales; las contradicciones inherentes a lo que se consideraba la etapa generativa y ejecutiva de la pintura avivaron este enfrentamiento.