El estudio informativo de la variante de la autovía A-1 entre la M-12 y El Molar sale a información pública, una vez que ha sido publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Así lo han anunciado esta mañana el consejero de Transportes, Viviendas e Infraestructura de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, y el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, acompañados el alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa, la alcaldesa del Molar, Yolanda Sanz, y el alcalde de San Sebastián de los Reyes, Narciso Romero.
La alternativa seleccionada cuenta con un presupuesto de 288,7 millones de euros. E proyecto arrancaría en el extremo norte del Eje Aeropuerto (M-12) y discurriría hacia el norte a lo largo de sus 9,5 primeros kilómetros hasta conectar con la autovía A-1 a la altura del punto kilométrico 26+000, en el que se localiza el enlace con la urbanización Club de Campo y Circuito del Jarama.
A partir de este punto y hasta el inicio de la variante de El Molar, el trazado sería coincidente con la actual A-1, planteándose en este tramo actuaciones de aumento de capacidad, consistentes en la ampliación con un tercer carril de las calzadas troncales y la implantación de vías de servicio unidireccionales con dos carriles por sentido en cada una de sus márgenes. Así, a partir del punto kilométrico 26+000 de la A-1 se abriría una nueva opción de acceso a Madrid desde el norte y hacia el norte, diversificando el tráfico con origen y destino en el arco sur de la M-40 (A-2, A-3 y A-4).
El nuevo trazado en variante de la alternativa preseleccionada entre el enlace Urbanización Club de Campo y Circuito del Jarama y el enlace de Barajas de conexión con la M-12 y la R-2, conformará una de las alternativas para los usuarios de largo recorrido, lo que ayudará a descongestionar los accesos de enfada a Madrid. El nuevo trazado ofrece además una conexión alternativa con la M-40 a través del eje Aeropuerto, lo que permitirá descongestionar la conexión actual a la altura del punto kilométrico 13,0 de la carretera existente.
Desde el punto de vista medioambiental, la alternativa preseleccionada constituye la mejor de las analizadas, ya que gran parte del trazado se plantea como una ampliación de la carretera existente, lo que supone un menor impacto medioambiental en cuanto a la ocupación de suelo y movimientos de tierras.