Viviendo dislexia entre dinosaurios

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imagesCAGGLR5OMe llamo Dylan, tengo 12 años soy disléxico. Esto significa que me cuesta más aprender con el código del alfabeto y memorizar las palabras pero también significa que soy capaz de visualizar los sentimientos e imágenes de manera muy rápida. Cuando vosotros decís “ya lo entiendo”, yo digo “ya lo veo”. Os cuento mi historia.

Siempre he sido un niño muy feliz, con muchos amigos, y unos padres orgullosos de mí. Con solo 9 meses empecé a andar y con año y medio ya era el rey de la bicicleta en el parque. Me encantaba nadar y montar a caballo. De hecho,  mis padres se quejaban de que era un poco temerario ya que no me daba miedo nada y eso podía meterme en líos. Cuando era pequeño me encantaba ir al colegio, podía jugar con muchos amigos y me lo pasaba muy bien en clase.  También nos contaban cuentos, jugábamos con la plastilina y pintábamos dibujos.

Pero en Primaria esto cambió.

Empezaron a ponernos deberes y aprendíamos a escribir. Mi madre ya no parecía tan orgullosa de mi ya que me costaba muchísimo leer y escribir las respuestas. Mi mamá me ayudaba pero a veces se enfadaba conmigo porque escribía muy mal y no encontraba las respuestas en el texto que leía. Mis amigos empezaban a leer mejor y mejor pero a mí me costaba cada vez más. Se me olvidaba copiar los deberes de la pizarra, se me olvidaban los libros. Mi madre se enfadaba conmigo y todos me llamaban vago, despistado, incluso a veces tonto…. ya no me gustaba tanto ir al colegio.

letras

Estudiaba para los exámenes, a veces me quedaba dormido de tanto estudiar, pero cuando de daban las notas siempre cateaba. No me gusta escribir ya que lo hago muy mal, me hacen copiar muchas veces las palabras que escribo mal  y se enfadan conmigo porque luego las vuelvo a escribir mal. Incluso una palabra muy fácil como “HOY” no me acuerdo cómo escribirlo. Me siento muy solo y muy mal, sólo quiero hacerlo bien pero no puedo. ¿Qué me pasa? Igual tienen razón y soy tonto.

Yo estaba todo contento un día porque había sacado un 10 en Educación Física. Volví a casa corriendo para decírselo a mis padres….. ¡Qué  orgullosos se iban a poner!. Pero cuando  se lo conté, me dijeron que ellos lo que querían ver era un 10 en Conocimiento del Medio o Lengua. Esa noche me fui  a la cama con dolor de barriga. En el colegio me castigaban con no ir a las excursiones y todos mis trabajos me los devolvían llenos de correcciones con el bolígrafo rojo de la profesora.

Un día estaba llorando en mi cuarto y me pilló mi madre. Se sentó al lado mío y me preguntó por qué lloraba. Le expliqué que por más que estudio y lo intento me siento bloqueado porque no consigo sacar buenas notas, que ya no me apetecía estudiar más, que a lo mejor soy tonto y torpe como dicen los adultos. Ella me abrazó  y me dijo “Dylan hijo mío, ni eres tonto ni eres torpe y que nadie más te lo diga. Los torpes hemos sido nosotros por no haber sabido cómo ayudarte; eres disléxico, siento no haberme dado cuenta antes, perdóname”. Abracé a mi madre porque parecía muy triste y le dije “no te preocupes mamá, nunca es demasiado tarde”. Desde entonces mi profesora me ayudó más y me daba también la opción de subir mi nota haciéndome además exámenes orales y ¡qué ilusión!, pude salir del colegio con mi 9 en Conocimiento del Medio. Por fin mis padres estaban muy orgullosos de mí. Tenía ganas de poder sacar otra nota buena para poder ver esa cara de felicidad en mis padres.

niño

Ahora tengo 12 años, he tenido que repetir 6º de Primaria, me han cambiado de profesora. Me cuesta un poco atender en clase ya que me aburro un poquito. Me sé las respuestas pero decidieron que era lo mejor para mí. Mis amigos se han ido todos al Instituto, pero me dicen en casa que no pasa nada que ya me haré nuevos amigos. La primera semana en clase la profesora me hizo leer en voz alta delante de toda la clase, pero me perdí leyendo. Me pusieron castigado de pie delante de toda la clase y me hicieron sentir muy torpe pequeño. La profesora se queja todo el tiempo a mis padres.  ¡Odio el colegio!. Siempre estoy castigado. La profesora siempre está enfadada conmigo, todo lo que hago me lo hace repetir, ya no quiero estudiar. No veo para qué tengo que esforzarme si todo lo hago mal. Yo no lo sabía, pero mi amigo de clase, Oscar, fue a hablar con la profesora porque no le gusta verme siempre castigado y triste. El tiene un hermano disléxico que también lo ha pasado muy mal. Le dijo que a su parecer, lo estaba haciendo mal y que en vez de tantos castigos quizá necesitaba un poco de ayuda “es como si los haces a todos escalar una montaña muy alta pero a Dylan le haces subir a la cima sin cuerdas”.

dinosaurio T-Rex

Mi madre se sentó conmigo el otro día y me dijo “hijo mío, en tu vida nos encontraremos con personas que lo entenderán y te apoyarán, pero también nos encontraremos con personas que estarán demasiado ocupadas para conocerte”.  ¿Como mi profesora?…….. ¿Podemos llamar a estas personas Dinosaurios T-Rex mamá?. Mi madre se rio. “Si hijo, les llamaremos así. Pasarán a formar parte de tu pasado, como la historia, y tú siempre tienes que mirar hacia el futuro sin que te dejen ninguna huella en tu corazón por su incomprensión”. Tener dislexia no significa que eres menos inteligente, significa que ves las cosas con otra perspectiva, a través de imágenes en vez de tantas palabras y aunque es posible que no serás escritor, encontrarás esa cosa que tú sabes hacer mejor que los demás porque al igual que la dislexia es tu desventaja, eres lo suficientemente listo para convertirlo un día en tu don”. A mí me gustaría poder aprender como los demás niños pero mi madre dice que lo que me hace diferente también me hace especial, que ella me quiere tal y como soy, con mi dislexia incluida. Si todos fuéramos iguales, es posible que el mundo estuviera plagado de DINOSAURIOS T-REX.

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Para mi hijo:

No todos aprendemos de la misma manera. A lo largo de la vida de mi hijo le han hecho sentirse muy frustrado y solo, le han hecho sentir todo lo que he contado: torpe, tonto, inseguro, vago… Él mismo me transmitió que  no sabía por qué debía seguir si todo lo que hacía no servía para nada. Dylan y yo estamos aprendiendo a escribir a través de imágenes y además, gracias a una Adaptación Curricular está sacando buenas notas. Creo que el niño disléxico es el niño incomprendido. Aparentemente son niños normales que responden a la primera en clase pero a la hora de examinarse por escrito surge el problema. En el caso de mi hijo, carece de memoria ortográfica y las palabras que no puede visualizar como imagen son para él muy difíciles de aprender. Aun así hemos encontrado nuestro método para superarlo aunque sabemos que será difícil y que todavía tenemos que trabajar mucho. He querido escribir este cuento porque no veo que la Dislexia sea muy reconocida en España y por ello, niños como Dylan están hoy a la merced de sus profesores. Hemos tenido que soportar comentarios tales como que estamos justificando las notas de mi hijo y que les supone mucho trabajo y esfuerzo tener que adaptar sus exámenes. Creo que necesitamos una mayor sensibilización sobre la dislexia ya que no se trata de una simple confusión de letras, va un poco más allá que eso. Pero quizás hay  que conocer y vivir junto a un verdadero disléxico para entender esto. Gracias Dylan por enseñarme.