Antecedentes de la Fotografía Documental (1848-1917) en Museo Reina Sofía

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La exposición Genealogías documentales. Fotografía 1848-1917 explora, a través de siete salas, los antecedentes históricos de la fotografía documental entre las revoluciones comprendidas entre 1848 y 1917. Aunque el nacimiento del documental como género artístico propiamente dicho sea un producto de la década de 1920, el comisario de la muestra, Jorge Ribalta, indica que “retrospectivamente, se puede afirmar que la función documental es tan antigua como la fotografía misma”.

De hecho, a lo largo del siglo XIX la fotografía, fue utilizada extensamente por la burguesía -y de ello se ha ocupado acusadamente la historia de la fotografía- pero también es cierto que propició un vasto campo de imágenes fotográficas con una vocación temprana de reportaje o documentación.

La investigación desarrollada en esta exposición cierra un ciclo iniciado en el Museo Reina Sofía en 2010, con la muestra sobre el movimiento de la fotografía obrera del periodo de entreguerras Una luz dura, sin compasión. El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939 y continuado en 2015 con Aún no. Sobre la reinvención del documental y la crítica de la modernidad, que abordó la reinvención del documental en los años setenta. Posteriormente, en 2018, la retrospectiva Marc Pataut. Primeras tentativas, sobre su trabajo realizado en la región parisina en la década de 1990 durante el surgimiento del movimiento altermundialista, fue un breve epílogo a este ciclo que, en su conjunto, ha buscado ofrecer un relato alternativo de la configuración y evolución del discurso documental en la historia de la fotografía, a partir del estudio de casos en momentos decisivos del siglo XX.

Fotógrafo desconocido. Barricada de la rue de la Roquette, plaza de la Bastilla. 18 de marzo de 1871. Impresión a la albúmina. Procedente del Album de photographies et d’articles de journaux sur le guerre Franco prussiene et la Communr de París 1870-1871. Musee Carnavelet -Histoire de París. CCØ París Musees / Musee Carnavalet- Histoire de París

La muestra reúne más de 500 obras -entre fotos de todo tipo, álbumes, publicaciones y daguerrotipos- con temáticas relacionadas, entre otros aspectos, con las clases proletarias, las reformas urbanísticas de la época, las revueltas populares o los proyectos de denuncia social surgidos en el periodo que abarca la exposición. Muchas de ellas proceden de importantes museos e instituciones internacionales.

En las diferentes secciones del recorrido se exhiben imágenes de individuos en actitudes corrientes, sin la aspiración conmemorativa de la alta retratística burguesa. Son representaciones de tipos populares, de clases proletarias urbanas o de trabajadores en sus puestos: los personajes andaluces de Robert P. Napper, los callejeros del París de Charles Nègre, la serie de pescadores de Newhaven de Adamson y Hill, o las fotografías de mineros de George Bretz y de la multitud de obreros del Canal de Isabel II, en vistas tomadas por Charles Clifford.

El obrero industrial
La cuarta sala de la muestra se detiene en la publicidad fotográfica de la nueva producción industrial y las obras de ingeniería e infraestructura de la época. Las grandes exposiciones universales, que acompañaron la industrialización, como la de Londres de 1851 fue, en este sentido, un antes y un después. En España nuevamente Clifford documentó obras públicas, como la del Canal de Isabel II de Madrid, inaugurado en 1858.

Es en este contexto donde aparecieron las primeras imágenes del trabajo en la fábrica y del obrero industrial. Los estudios de trabajadores con maquinaria en la fábrica
metalúrgica Krupp de Essen, realizados en 1890, son posiblemente las primeras imágenes fotográficas de este tipo, y sientan las bases de la más influyente iconografía del
trabajo industrial para el siglo XX.

La exposición también da cuenta de que las grandes infraestructuras no sólo se sirvieron de obreros industriales, sino también de reclusos como los empleados en las
construcciones ferroviarias de Estados Unidos en la época de la Guerra Civil o en la colonia penitenciaria rusa en la isla de Sajalín.
Las imágenes de las prospecciones mineras en Estados Unidos después de la Guerra Civil realizadas por Timothy O’Sullivan con tecnología de iluminación artificial innovadora, y los trabajos de otros autores como George Bretz, testimonian también un mundo que en verdad no era tan “ideal”.

Precisamente la fotografía al servicio de la exploración geológica en el Oeste americano, además de contribuir al discurso de la construcción nacional, también ilustró su faceta como instrumento para la explotación de los recursos naturales de los territorios y sirvió para mostrar el encuentro entre los colonizadores y los nativos americanos, lo que abrió paso de forma incipiente a la fotografía antropológica, que en Estados Unidos daría pie a una extensa documentación de las diferentes tribus indias en la última década del siglo XIX.