El comedor social gestionado por la Compañía de San Vicente de Paúl es uno de los más importantes de Madrid. Se dirige a personas sin recursos para cubrir sus necesidades básicas, de cualquier nacionalidad, mayores de edad, hombres y mujeres, y menores acompañados. Este equipamiento, y también el Centro de Día, de la misma Orden, recibirán una ayuda municipal de 564.000 euros gracias a los dos convenios que hoy ha firmado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Ambos centros, señaló, «tienen como objetivo atender a personas que lo necesitan, ofreciéndoles un trato individualizado que tiene en cuenta su situación personal, sus capacidades y sus recursos». El comedor social, además de alimentación, ofrece un programa integral de asistencia para mejorar la vida de los usuarios y de apoyo para su integración en la sociedad. «Es una labor complicada», recalcó la alcaldesa. «Muchas personas terminan en situaciones de exclusión social por carencias familiares, formativas, económicas, afectivas, de salud… No podemos pretender que todo se solucione inmediatamente. Estas situaciones exigen mucho tiempo, dedicación, ilusión, bondad y paciencia. Y de todo eso las Hijas de la Caridad saben regalar muchísimo». En el centro de día, los usuarios encuentran atención, orientación, información, talleres formativos y ocupacionales y otros servicios. Cuenta con un Departamento de Trabajo Social que se ocupa de facilitarles el acceso al mundo laboral. «Para esta tarea fundamental, disponen de una magnífica dotación de recursos humanos. Tanto las Hijas de la Caridad como los voluntarios que colaboran con ellas forman un gran equipo», declaró Ana Botella. «Quiero dar las gracias -concluyó- a los profesionales y a los voluntarios que hacen posible la labor de esta institución. Muchas gracias por servirnos de ejemplo. Muchas gracias por hacer que Madrid sea un poquito más de todos. Gracias por contribuir a que nuestra ciudad sea cada día mejor».
