Nuevo Imparcial.- La plaza de La Corredera de Colmenar Viejo se convirtió el jueves 25 de agosto en el centro de atración de los vecinos del municipio con una cata de vino en la carpa municipal, situada en la explanada del coso, y el tradicional traslado de bueyes desde las afueras del pueblo hasta la misma plaza de toros.
Los bueyes recorrieron las calles principales del municipio hasta entrar en el ruedo colmenares, acompañados por caballistas, tal como se hacía a la antigua usanza.
Hasta el coso de La Corredera se han desplazado cientos de personas para asistir a la llegada de los bueyes, en una mañana en la que la plaza de toros ha sido el corazón de la actividad de Colmenar Viejo.
Colmenar Viejo es una de las localidades de mayor tradición taurina de la Comunidad de Madrid. Tanto, que su plaza de toros original se inauguró en 1891, con piedra, cal, canto y madera.
En este primer coso, con capacidad para 5.000 espectadores, tuvo lugar el más triste episodio de la historia taurina colmenareña: la muerte de José Cubero Yiyo en las astas del toro Burlero, de Marcos Núñez, el 30 de agosto de 1985.
Cinco años después se inauguró la remodelación del coso, con el doble de capacidad. Esta reinauguración tuvo lugar el 25 de agosto de 1990, con Luis Francisco Esplá, Víctor Mendes y Enrique Ponce frente a toros de José Luis Pereda, Campos Peña y Jiménez Alarcón.