Los artistas Galindo y Sierra exponen video contra el sistema político en Galería Helga de Alvear

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En tiempos de crisis económica, escándalos de corrupción, distanciamiento entre políticos y ciudadanos, cuestionamiento de las estructuras y del modelo de estado y definitiva muerte de la cultura de la Transición, los artistas Jorge Galindo y Santiago Sierra parten de la idea de la Declaración de los Derechos Humanos de que «Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes». Es la premisa para la exposición Los encargados, que están celebrando en la Galería Helga de Alvear de Madrid.
La pieza central de la exposición y del proyecto es un vídeo grabado el 15 de agosto de 2012 en la Gran Vía de Madrid, consistente en un cortejo fúnebre de siete coches negros que portan sobre su techo enormes retratos del rey, con uniforme militar, y los seis presidentes del gobierno desde el final de la dictadura (Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy), todos ellos colocados boca abajo. La estética del cortejo muestra ciertas similitudes con los grandes desfiles de corte estalinista de la antigua URSS, Corea del Norte o China, todo ello al ritmo de la Varsoviana Soviética.
Es una fuerte crítica a la construcción del estado corrupto en España cuya transición democrática fue un mero lavado de cara al continuísmo de la dictadura personalizado en la figura del rey, Jefe de Estado elegido como sucesor por el mismo General Franco y de todos los presidentes que de un partido u otro «han llevado el país de ser un protectorado a una colonia», en palabras del propio Sierra. El sistema democrático, encarnado en estos siete personajes simbólicamente exequiados, ha perdido toda dignidad, está boca abajo, y sólo le queda la pompa, la demostración fastuosa de un mensaje vacío. Nadie les sigue, nadie les despide. El cortejo avanza lentamente, sin las típicas multitudes características en este tipo de actos. El pueblo continúa su vida, avanza indiferente, puesto que puede y podrá vivir sin «líderes» como ellos.
Su arte, claramente comprometido con el momento actual y sus acciones personales (Santiago Sierra rechazó en 2010 la concesión del Premio Nacional de Artes Plásticas al considerar que el único beneficiario era el Estado. Gesto que posteriormente han tomado como ejemplo otros artistas y escritores como Javier Marías o Jan) demuestran que en la actualidad el arte tiene mucho que aportar a la nefasta situación política y económica que estamos viviendo. Escrito por  ANGEL SAIZ