Nuevo Imparcial.- El Archivo Municipal de San Sebastián de los Reyes ha organizado una exposición documental y filatélica sobre Fernando el Católico cuando se celebra el V centenario de su muerte. Podrá visitarse hasta el próximo 18 de marzo en la Sala de Exposiciones del vestíbulo de la Casa Consistorial.
El objetivo de la muestra es dar a conocer el patrimonio documental generado durante el periodo del reinado de los Reyes Isabel y Fernando, figuras relevantes en los siglos XV y XVI. Y para ello cuenta con extraordinarios documentos y material filatélico procedente de la colección particular de Antonio Pulido, vecino de Sanse.
Los documentos proceden de los fondos propios del Archivo Municipal, así como de las cesiones desinteresadas de los Archivos Municipales de Villa de Madrid y de la ciudad Imperial de Toledo. La muestra filatélica es de la colección particular de Antonio Pulido, colaborador habitual en las actividades organizadas tanto por el Archivo como por el Museo Etnográfico de El Caserón. Un total de 450 sobres y sellos emitidos en recuerdo a los Reyes Católicos que Antonio Pulido ha ido recopilando y coleccionando durante más de 50 años.
El rey Fernando junto con su esposa, la reina Isabel, fueron los principales valedores y protectores del hecho de que San Sebastián de los Reyes pudiera establecerse como nueva puebla, siempre al amparo de la corona, posicionándose en contra de los «agravios e sinrazones» que les procuraba insistentemente el señor feudal de la villa de Alcobendas, de donde procedían los primeros pobladores.
Antonio Pulido es un gran conocedor de la historia de su pueblo, ahora gran ciudad, San Sebastián de los Reyes. A través de largas horas de lectura, días completos en las Bibliotecas municipales del municipio ha recopilado información única y exclusiva sobre dos figuras reales que pusieron un antes y un después en la historia de España y que la transformaron del Medievo a la Edad Moderna: ello fueron Fernando e Isabel, los Reyes Católicos.
Cuenta Antonio Pulido a El Nuevo Imparcial que el “casamiento” de Isabel nacida Madrigal de las Altas Torres (Valladolid), con Fernando (nacido en Sos (Aragón), ya estaba planificado por el padre de Isabel, Juan II de Castilla, casado en segundas nupcias con Isabel de Portugal. Su matrimonio uniría Castilla y Aragón, dos reinos importantes de España y su reinado contribuyó a superar muchos conflictos, entre otros, la desaparición del dominio feudal y de los condados.
Estos eran unos sistemas injustos que pervivieron durante siglos y buen ejemplo de ello fue la figura del “Señor de Alcobendas”, Juan Arias Dávila, un personaje, de quien todos huían por su dureza y por su forma de actuar. Vivía en su castillo de Torrejón de Velasco. Compraba cosas a los comerciantes de Madrid pero no los pagaba y no fue realmente un personaje querido por los habitantes de Alcobendas que luego lo fueron también de San Sebastián de los Reyes.
Nos cuenta también Antonio Pulido que fueron los mismos vecinos del pueblo quienes pidieron “ayuda” al rey para que intercediera ante el trato injusto del señor de Alcobendas quien creó “el cerro de la horca” donde se cometían ejecuciones hasta que los Reyes Católicos la trasladaron a otro lugar.
El territorio de San Sebastián de los Reyes pertenecía a la Villa de Madrid hasta su independencia, en 1492, pero sus primeros residentes habían huido desde Alcobendas. De forma no del todo clara, en 1457 el señorío de Alcobendas pasa a manos de Diego Arias Dávila, cuyo nieto tuvo un corto pero tiránico mandato (1476-1482), hasta tal punto que el rey Fernando el Católico dictó una Real Cédula para protegerles el 5 de Julio de 1477.
Y en 1480, esta vez desde Toledo, los Reyes Católicos dictan otra Real Cédula en la misma línea de protección a los vecinos de Alcobendas que quieran trasladarse a los territorios de la Villa de Madrid. En 1482 Juan Arias Dávila, con residencia en Torrejón de Velasco, es el nuevo señor de Alcobendas, el décimo, que prolonga su dominio hasta 1539.
Fundación de San Sebastián de los Reyes en 1492
En 1486 varios vecinos de Alcobendas se asientan en el cerro del Clavel -junto a la ermita de San Sebastián- y solicitan la residencia en la Villa de Madrid. Juan Arias considera un desafío tal actitud y les responde quemándoles sus cabañas y apresando a algunos de ellos. Quienes consiguen huir acuden el 12 de febrero al puente de Viveros -situado sobre el río Jarama, en la aldea de Barajas- al encuentro con el rey Fernando el Católico, que se trasladaba de Alcalá de Henares a Madrid, y al que piden protección.
Una Real Cédula del 2 de mayo de 1492, dictada en Medina del Campo, pone bajo la protección de los Reyes Católicos a los vecinos insurrectos y ordena la liberación de los presos. Desde entonces ese lugar empieza a llamarse San Sebastián de los Reyes. El 9 de enero de 1493, tras nuevas represalias de Juan Arias hacia sus habitantes, el concejo de Madrid procede al amojonamiento de los terrenos de San Sebastián de los Reyes, configurando sus fronteras originales que perdurarían hasta los años veinte del siglo XIX.