El escultor Martín Chirino López (Las Palmas de Gran Canaria, 1925) falleció a los 94 años el pasado 12 de marzo tras unos meses de enfermedad que dejaron exhausto al escultor que dio formas impensables al hierro y que trabajó y vivió durante 35 años (de 1960 a 1995) en San Sebastián de los Reyes, ciudad donde dejó una profunda huella .
Como reconocimiento a esta prolongada y fructífera actividad artística, el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes en 2007 lo nombró hijo adoptivo de la ciudad y dio su nombre a una de las salas de exposiciones del Centro Cultural Pablo Iglesias y a una de las calles cercanas a El Yunque, la casa-taller del artista canario.
En 1948 abandonó sus amadas Islas Canarias a Madrid para cursar Filosofía y Letras. Sin embargo, terminó ingresando en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Realizó su primera exposición individual en el Ateneo de Madrid, en 1957.
Por entonces, se funda el Grupo El Paso, una referencia imprescindible para entender la cultura española de mediados del siglo XX. Eran en ese momento miembros Antonio Saura, Manolo Millares, Manuel Rivera, Rafael Canogar, Luis Feito, Antonio Suárez, Pablo Serrano, Juana Francés, José Ayllón y Manuel Conde. Tras su exposición en el Ateneo se suma con Martín Chirino, Manuel Viola, y lo abandonan Pablo Serrano, Juana Francés y Antonio Suárez.
Ha obtenido innumerables premios y distinciones en una carrera profesional que se ha prolongado durante siete décadas. En 1980 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas por toda su obra y cinco años después obtuvo la Medalla de Oro de Bellas Artes.
El 28 de marzo de 2015 se inauguró en Las Palmas de Gran Canaria la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, con el objetivo de ofrecer un espacio museístico con 25 obras del escultor que forman parte de la exposición permanente y son un recorrido por la evolución de la obra del escultor.