Se ha sabido que el Banco Santander compra el Banco Popular por el precio simbólico de un euro. Oficialmente es para “evitar su quiebra”, pero a nadie se le escapa que los bancos no son precisamente “hermanitas de la caridad” y es de esperar que algo pretenderá ganar con la compra, y cuando digo algo me refiero a un número seguido de muchos ceros y con un símbolo de euro detrás.
Ahora parece evidente que todo el sector, bancos y no sólo cajas, tuvo y tiene problemas muy serios. Si se difundió a machamartillo la idea de que los problemas eran exclusivos de las cajas es porque el gobierno de turno tomó la decisión política de liquidar a las cajas y vendérselas a precio de risa a los bancos.
Fue una decisión política, emanada de una ideología política muy concreta, y en absoluto una decisión “técnica” o imparcial. Las cajas con problemas podrían haber seguido existiendo, como lo hicieron los bancos con problemas, o se pudo apostar por las cajas, pero orquestó su exterminio para beneficiar a los bancos y concentrar el sector, reduciendo la competencia y destruyendo miles y miles de puestos de trabajo.
El sector de la banca está en colapso desde hace casi una década, sobrevive gracias al apoyo constante de “papá Estado”. La ideología neoliberal que justifica todo este chiringuito ha demostrado ser ineficaz una y otra vez, salvo que se trate de aumentar los beneficios de la banca.
Nos mienten: con el poder que tiene la banca, incluyendo el poder de condicionar las políticas de los gobiernos, este problema jamás se resolverá. Por una fracción de lo que nos cuesta mantener a la banca engordando más y más sus beneficios se podría crear una banca pública, que no se guie sólo por el lucro a cualquier precio, y comenzar a revertir la situación.
Casi 10 años y seguimos igual, pero seguir igual es una decisión, siempre hay alternativa. Por ejemplo, a nivel local, en Sanse, implantando las cláusulas sociales en la contratación pública del Ayuntamiento vamos saliendo, poco a poco, de la tiranía del precio más bajo. Ahora tenemos en cuenta criterios sociales o medioambientales y así hemos conseguido, por ejemplo, comenzar la transición del parque público de vehículos a coches eléctricos (o cuando no es posible, híbridos) que no emiten CO2 a la atmósfera y que apenas hacen ruido, y lo hemos conseguido ahorrando dinero en el proceso.
No es magia, es simplemente hacer cosas distintas si quieres resultados diferentes.
Javier Heras
Portavoz Municipal de Ganemos Sanse
@JaviHerasv