Los toros de la ganadería Castilblanco, destinados a la corrida de rejones, y la manada de mansos se convirtieron en protagonistas del cuarto encierro de las Fiestas del Santo Cristo de los Remedios, más lento de lo habitual, tras el tapón que provocaron astados y corredores a la entrada de la plaza ‘La Tercera’ de San Sebastián de los Reyes y que prolongó durante 3 minutos y 30 segundos la entrada de los morlacos a los chiquero. «Es algo que siempre se intenta impedir, pero una vez que ha ocurrido lo inevitable, lo único que podemos hacer es pedir que las consecuencias no sean mayores. Por fortuna así ha sido, aunque la caída de los toros 20 y 28 presagiaban algo peor», ha señalado Emilio Esteban, director técnico de Encierros. Este cuarto encierro, en el que participaron 2.800 corredores, transcurrió de forma inusual por el especial encaste de los toros, pero nada hacía pensar que en la entrada al coso se iba a formar una montonera en la que se cayeron dos toros y unos de los bueyes golpeo a varios corredores. Según los datos aportados por la concejala de Seguridad, Lorena Heras, se registraron un total de 31 heridos, 12 en el recorrido y 19 en el tapón, ninguno por asta de toro, de los que sólo dos son de pronóstico reservado.
