Nuevo Imparcial.-El consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel y el concejal del Distrito Fuencarral-El Pardo, José Antonio González de la Rosa, visitaron el centro de acogida para personas sin hogar Carmen Sacristán, gestionado por la Fundación RAIS. La Comunidad de Madrid destina este año casi 82 millones de euros para atender a las familias madrileñas más desfavorecidas a través de la Renta Mínima de Inserción (RMI), lo que representa un 56% más que en 2012. Se tiene una previsión inicial de unas 19.000 familias que serán atendidas con este presupuesto. El Centro Carmen Sacristán cuenta con seis unidades de convivencia de 10 plazas cada una, que se asemejan al concepto de “hogar” y que facilita a los profesionales la atención específica e individualizada a los usuarios. El recurso cuenta con un total de 60 plazas para personas sin hogar, cuyo perfil se caracteriza principalmente por personas que tienen dependencia del alcohol o que presentan otras adicciones, así como madrileños sin hogar que están convalecientes y que son derivados de Servicios sociales, de la Red de Personas Sin Hogar o de Servicios Sociales de los hospitales. La Comunidad de Madrid mantiene una estrecha colaboración con RAIS Fundación desde hace más de 10 años. Recientemente, se ha subvencionado a RAIS un programa de atención integral en los municipios de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes en el que se realizan actividades de trabajo en calle, acompañamiento para el acceso a recursos y alojamiento. Desde el ejecutivo regional se prevé que este año se beneficien 19.000 familias de la Renta Mínima de Inserción. Madrid es una de las pocas administraciones autonómicas que garantiza a las personas que acreditan cumplir con los requisitos, el carácter indefinido de la percepción de la RMI mientras se encuentran en una situación desfavorecida. También realiza otras actuaciones dirigidas a las personas desfavorecidas como: el convenio con el Ayuntamiento de Madrid para la coordinación de la atención a personas sin hogar en la ciudad; los cuatro comedores sociales de gestión directa a través de los que se prestó más de un millón de servicios el año anterior; los convenios de servicios sociales de atención primaria con los ayuntamientos; el apoyo al Programa “Sal de la calle” de Cáritas; y la unidad específica de atención a personas con enfermedad mental y que no tienen hogar.
